Y siguen las repercusiones por la decisión de Sony de no permitir que los usuarios utilicen Linux en su consola PS3, problema que parece está lejos de terminal (y probablemente sólo finalice cuando Sony vuelva atrás y permita esa opción nuevamente).
En este caso, un dueño de una PS3 en Europa realizó una queja formal a Amazon, ya que una ley del consumidor que afecta desde 2002 a todos los miembros de la Unión Europea estipula claramente que “todos los bienes deben ser aptos para la función por la cual el consumidor la compró y que fue hecha pública por los vendedores al momento de la compra”. Es decir, si a alguien le dijeron que en su PS3 iba a poder utilizar Linux, eso es un hecho y un “derecho” que no puede cambiar en ningún momento.
Amazon, empresa que le vendió la consola a la persona, entendió y consideró válida su protesta, por lo que procedió a reembolsarle 100U$S en su cuenta de Amazon. No se tiene conocimiento de si este es un caso aislado o hubo quejas de varios usuarios (ya sea en Amazon u otros sitios), ni si todos los vendedores procedieron de la misma forma. Asimismo, me pregunto si esos 100U$S fueron reembolsados por Amazon o Sony, lo cual nos daría una idea de qué política estaría tomando la compañía: tratar de compensar a los usuarios por haberles quitado una opción, que podrían o no haber tenido en mente para usarla al momento de comprar el producto. Es decir, sentir algo así como culpa 😀 .
De todas formas y por lo que puedo ver en la ley, me parece que el paso a seguir debiera ser hacer un “rollback” del último firmware y permitir a los usuarios que puedan utilizar la opción de otro sistema operativo; una compensación monetaria no es la solución.
Vía Tom’s Hardware.