Esto es un claro ejemplo de lo que ocurre cuando la gente le entrega su cerebro a una computadora y planee que salga todo bien. Es sorprendente que a muchas personas se les olvide que las diferentes tecnologías no debieran servir como sustitutas de nuestras habilidades mentales, sino más bien como una ayuda, un complemento de ellas.
Dramatización de lo que le hubiera sucedido a Lauren Rosenberg si hubiera seguido las direcciones de Google mientras manejabaLauren Rosenberg, ciudadana estadounidense, utilizó las Walking Directions (recorridos a pie) de Google Maps en su BlackBerry para saber cómo desplazarse en una pequeña ciudad de Utah, estado de EEUU. Y las siguió al pie de la letra, por supuesto, aún cuando la aplicación le dijo que fuera caminando por la Ruta Estatal de Utah Nro. 244… Sí, vamos de nuevo: se puso a caminar por el medio de la ruta porque Google Maps le dijo que así lo hiciera. Cabe aclarar que la ruta no tenía ningún tipo de señalización ni camino aparte para peatones, lo cual le podría haber encendido una lamparita en la cabeza a cualquier ser racional, pero Rosenberg quiso ir más allá. No hace falta que diga que le atropelló un auto.
Luego de este accidente, la mujer decidió demandar tanto a Google como al conductor del automóvil que se puso en su camino, por provocarle daño físico, emocional y mental, permanentes por supuesto (cuándo no se alega eso en un juicio?). Las razones son que las direcciones que le dio Google son descuidadas, negligentes e imprudentes. Si yo fuera ella, yo también demandaría al gobierno de Utah por permitirme andar por la calle y no encerrarme en un manicomio: ¿no se dan cuenta que no tengo uso de la razón?
Imagen y post original en Crunchgear. PCWorld también para más info.
