Ya en la quinta generación de consolas, con la PSX y el Nintendo 64, los gamers obtuvimos una mejora en los joysticks que habíamos utilizado hasta ese momento: se agregaba la vibración en los controles, que nos permitía sentirnos parte de los videojuegos que jugábamos. Ya sea en juegos con disparos (donde una bala recibida, o hasta disparada, nos hacía vibrar), carreras (en un choque), etc., podíamos obtener una mayor inmersión en lo que hacíamos. Y ahora están desarrollando controles que aumenten y disminuyen su temperatura.
Este proyecto, que está siendo llevado a cabo en la Universidad Metropolitana de Tokyo, está basado en que un leve cambio que podamos percibir con nuestros sentidos (como una pequeña vibración, o una ligera variación de temperatura) es suficiente para hacernos creer que el entorno virtual en el que estamos envueltos es en verdad lo real.

De este modo, mediante la termoelectricidad (conversión de voltaje a calor o viceversa), se pueden agregar pequeñas placas en cualquier objeto (en nuestro caso, un joystick) que nos hagan sentir frío o calor. No logran demasiada diferencie, ya que sólo pueden calentar o enfriar 10° después de cinco segundos, pero es suficiente para que el usuario lo sienta y su percepción con respecto a lo que está viendo cambie.
El artículo original lo pueden encontrar acá (yo llegué vía Slashdot), en donde tienen gráficos y una explicación mejor y más detallada. Teniendo ya entonces implicados los sentidos de la audición, visión, tacto (vibración y calor) en los juegos… creo que lo único que faltaría es el olfato (el gusto simplemente no me parece viable, ni deseable :P), para poder sentirnos 100% (proporcional a nuestros límites) inmersos.