Hace dos años les conté sobre un plugin para Firefox que me era muy útil. Al estar por razones de trabajo, necesidad u ocio manejando diferentes sistemas operativos constantemente, me faltaba una herramienta que pudiera sincronizar todos mis bookmarks (favoritos) pero, sobretodo, mis contraseñas entre los diferentes entornos en los que trabajara.
Así fue como llegá a Foxmarks, que cambió su nombre y ahora se llama Xmarks. El servicio, actualmente, tiene un total de 2 millones de usuarios (3.000 nuevas cuentas se crearon el último domingo) repartidos en 5 millones de computadoras que sincronizan 5 mil millones de bookmarks, números que hablan por sí solos acerca del éxito del servicio. Pero a veces (o mejor dicho, siempre), ser exitoso no lo es todo.
Desde su invención en 2006, Xmarks nunca pudo conseguir una forma efectiva de poder monetizar en base a su cantidad de usuarios. Diversos métodos que intentaron fracasaron, principalmente por interés de los anunciantes.
Sumado al hecho de los costos cada vez más grandes que provoca sostener un servicio con esa cantidad de usuarios, existe la implementación de servicios similares por parte de dos de los principales navegadores: Firefox y Chrome. Ambos ofrecen soluciones similares a la funcionalidad de Xmarks, pero con la ventaja de que ya vienen integrados en los navegadores, por lo que instalar un plugin externo es innecesario, por lo que ayuda a la inercia que tanto les gusta seguir a los usuarios. La desventaja de lo ofrecido por Firefox y Google Chrome es que Xmarks permitía la sincronización entre diferentes navegadores, en cambio las primeras sólo sirven de forma interna a cada navegador.
Debido a todas estas razones, el CTO de Xmarks hizo el domingo un post en el blog de la empresa contando la historia del plugin, contra qué problemas se enfrentaron, y qué decisión tuvieron que tomar: cerrar el servicio, dentro de 90 días. Promete, además, que todos los datos serán borrados así que no deberíamos preocuparnos por ello.
Me apena que este servicio muera, la verdad que es algo que me ha sido muy útil siempre, una buena idea llevada a cabo aún de mejor manera, pero simplemente por no encontrar algún método para sobrevivir, debe cerrar.
Vía Electronista.