El año pasado aparentemente (no me había enterado) Nintendo presentó al público un “Sensor de vitalidad” para su consola Wii. Y ahora llenó una patente justamente para ese producto.
El aparato utiliza un rayo de luz y un fotosensor para poder leer la cantidad de hemoglobina (una proteína que transporta oxígeno) en la sangre que absorba dicha luz infraroja. La cantidad de hemoglobina que se lea dependerá finalmente del ritmo cardíaco del jugador (mientras más sangre fluya, la hemoglobina absorberá más luz, por lo que el sensor disminuirá su nivel de lectura).
La patente detalla un juego que dejaría a los jugadores precalentar: manejando un personaje volador, van a tener que evitar que se choque contra paredes que broten del techo y el piso controlando su respiración. Inhalar (aumenta los latidos) hace que el personaje se eleve, mientras que exhalar (reduce los latidos) disminuye su altura.
Creo que el juego mostrado en la patente no cubre todo lo que se puede lograr con un dispositivo así. En mi imaginación, es una mejora tan “importante” como lo fueron en su momento los controles de Wii. Sería genial que de formas creativas los juegos empiecen a incluir cómo se siente físicamente el jugador. Que, según esté muy relajado o muy exhaltado, modifique eventualmente la jugabilidad (el primer ejemplo que se me viene a la cabeza es que aparezcan más o menos monstruos para matar).
Se espera que el sensor esté disponible a principios del año que viene. Vía Electronista.