Sabemos que el mundo de las consolas (sobre todo su precio) es muy dinámico, y si una empresa quiere que su producto triunfe no puede arriesgarse a mantener siempre el mismo precio, sino que lo tiene que ir disminuyendo en diferentes momentos para poder generar más ventas cuando éstas se estanquen (o se reduzcan). Ya pasó con la PS3 varias veces, al igual que con la Xbox 360.
Nintendo, en la primer mitad de 2010, sufrió el primer semestre de pérdidas en 7 años, con un déficit de 24.7 millones de U$S. Esta cifra se debe no sólo se debe a que sus ventas se redujeron en un 34% (cada vez menos gente compra la Wii), sino también al efecto Apple sobre la DS. Las cifras esperadas para el resto del año son aún peores, ya que se cree que las ventas bajarán aún más. Nintendo espera poder revertir este efecto con su próxima (y retrasada) consola portátil, la 3DS, que brindará la posibilidad al usuario de disfrutar la imagen 3D, algo completamente novedoso en el mercado portátil.
A pesar de todo esto, Nintendo afirmó que, en el futuro próximo, no tiene pensado disminuir el precio de la Wii para generar un aumento en las ventas de dicha consola. La Wii salió a la venta en 2006 a un precio de 250U$S; actualmente, cuesta 200U$S. Según el CEO de Nintendo, Satoru Iwata, quienes realmente hayan querido la Wii ya la habrían comprado; ahora, su misión es llegar a los que hayan jugado con la idea de comprar una pero que todavía no cumplieron su deseo. Para lograr su cometido, tienen planeado algunos bundles y paquetes especiales para las próximas fiestas, aunque todavía no hay ninguno decidido ni especificado.
Vía Electronista.