Hace unos años, una ligera nube se posó sobre nuestras cabezas, pero por suerte nada había ocurrido. ¿De qué hablo? La amenaza de un ISP de nuestro país (Arnet, pero si lo lograba seguro se extendía a los otros) de limitar el ancho de banda disponible por usuario a 4GB (un chiste) por mes, y cobrar 5U$S el GB excedente. Una locura por donde se lo mire, como bien había hecho la cuenta Fabio en su momento (¡2004!), un cliente con 512Kbps de conexión podía superar su límite en un día.
Ahora, en 2011, es aceptable decir que el uso de Internet cambió un poco. Sin dudas, gran parte del tráfico actual se debe a ver videos de manera online, el streaming de videos. YouTube, Netflix, Hulu, Vimeo, Cuevana, son sólo algunos de los sitios implicados. Esto también implanta una pequeña semilla en la gente, que va creciendo y se transforma en “¿Para qué voy a pagar por cable, si todo lo que quiero ver está en Internet y cuando yo quiero?”, agregándole una “responsabilidad”/funcionalidad a los ISPs que antes no tenían.
Estas razones llevaron al mayor ISP de Estados Unidos, AT&T, a imponer límites de ancho de banda sobre sus usuarios. Si bien era una característica que ya existía en otros ISP, AT&T es el 2do. proveedor de Estados Unidos, logrando ahora que la mayoría de los usuarios de banda ancha de ese país se encuentren restringidos a dicho límite.
Los límites, por suerte, son mayores con los que se amagó en su momento en nuestro país. En el caso de AT&T, los suscriptores de DSL tendrán un ancho de banda de 150GB, mientras que los de UVerse (mezcla de DSL y fibra) uno de 250GB. Esto puede llegar a ser un límite “bastante alto” para la mayoría de la gente (el 99%, según AT&T); no obstante, es cuestión de que vivan más de tres personas en la misma casa, viendo varias series online por día, para superarlo. Otros países no tienen tanta suerte. En Canadá, por ejemplo, hay un límite de 25GB (y estoy seguro de que ese lo alcanzan todos fácilmente).
Lo curioso es que el problema que generó estas restricciones no es la cantidad de datos que consumen los norteamericanos, sino cuándo. En ciertas horas pico (a la noche, claro), el consumo se agiganta y, por una limitada infraestructura en cablemodem, comienza a tener fallas por saturación del nodo (lo que le da Internet a uno y todos sus vecinos). Seguramente ustedes se dan cuenta con Fibertel/Telecentro que en horas específicas el servicio se vuelve inutilizable por lo lento.
¿Cuál es la idea de este post? Contarles lo que está pasando allá afuera, para enterarnos, informarnos. Sabemos, por suerte, que acá las cosas de afuera siempre llegan más tarde; el problema es que llegan tanto las buenas como las malas. Si esta medida se sigue extendiendo en los países centrales, no dudo que llegará aquí también. Y vamos a tener que defendernos de algún modo…
Imagen y post vía Wired.