Hace un año y medio un empleado de una de las empresas desarrolladoras de videojuegos más importantes, THQ, había proclamado que, si en ese momento hubieran sido lanzadas las consolas de la próxima generación, los juegos costarían 100U$S para el público; ese argumento estaba dirigido a la falta de necesidad de una nueva generación de consolas tan pronto, ya que las actuales todavía tenían resto para algunos años.
Pero como dije, pasó un año y medio. El panorama de la próxima generación de consolas está levemente más claro (la única de la que se sabe algo: la Wii U 😀 ), por lo que los fantasmas acerca de cómo será el futuro de los videojuegos, desde el punto de vista del bolsillo del consumidor, vuelven a aparecer. Sobre todo cuando ciertos retailers (Amazon y Gamestop) listan algunos juegos con 100U$S como precio.
Nintendo, por suerte, salió a desmentir ese precio como los reales, calificándolos de ficticios, y que los están usando recién para comenzar con las acciones de preventa de los mismos. El precio real de los juegos (y de la consola, que tampoco está definido) se verá más adelante en el año, y en dicho momento los retailers reflejarán el verdadero precio.
Ya la anterior generación resultó perjudicial para muchos por el alto precio tanto de los juegos como las consolas. La PS3 comenzó costando 600U$S, mientras que la Wii tuvo un precio mucho más agresivo (250U$S). Sin embargo, los lanzamientos de los juegos mantuvieron un costo uniforme en las tres plataformas: 60U$S (lo que, personalmente, me parece desquiciado). Esperemos que en la próxima generación se tengan estos detalles en cuenta (en particular Sony, que sabe lo que le costó empezar a generar ganancias en las ventas de cada PS3) a la hora de tomar decisiones…
Vía Ubergizmo.