La historia de Atari es una de esas extrañas situaciones en la industria de los videojuegos donde una empresa que ha logrado los mejores éxitos es capaz de fagocitarse a sí mísma no una, varias veces.
Hasta su logo habían entregado bajo licencia, ahora presentaron la bancarrota. Atari Inc. en este caso porque no es lo mismo que Atari SA (ex Infogrames) que es la compañía madre desde Francia y los inversores quieren separarlas para poder hacer de Atari Inc. una compañía privada (no pública, es decir, sin participación en la bolsa).
Si bien Atari SA había logrado un par de años con ganancias sus acciones bajaron de 11 euros en 2008 a apenas un euro el año pasado, dependiendo exclusivamente de fondos de inversión, de licenciar su nombre y de juegos online o para celulares.
La idea de separar Atari Inc. (de EEUU) de Atari SA (de Francia) es justamente poder despegarse de esos fondos de inversión londinenses (BlueBay Asset Management) y poder venderla a algún postor que quiera volver a hacer de la marca algo relevante en el ambiente del gaming.
A Atari le fue bien con juegos para iOS como Atari Greatest Hits, Outlaw, Breakout y Asteroids Gunner, si, el reciclaje de sus grandes títulos de antaño, independizarse de la ex Infogrames no le vendría nada mal
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