Apuntando específicamente a gamers, automóviles y aplicaciones de alto rendimiento gráfico, NVidia tiene que mostrar un diferencial con respecto a Qualcomm y Samsung y sabe que eso está en el segmento de gráficos donde más experiencia tiene.
El Tegra X1 es el sucesor del K1 que se basaba en 192 cores Kepler, más o menos lo mismo que un GPU económico normal.
El X1 cuenta con 256 cores Maxwell, los mismos que podemos encontrar en una GeForce 830M, soporte para DirectX 11.2, OpenGL 4.5, y soporte para DirectX 12 cuando la API esté disponible. Del lado del CPU estamos hablando de un octa-core convencional, cuatro A53 y cuatro A57, en configuración big.LITTLE muy parecido al Qualcomm Snapdragon 810.
El proceso de fabricación es el de 20nm de TSMC y dejan de lado el proyecto “Denver” para el CPU optando por la modalidad Tick-Tock típica de Intel. Al pasar de 28 a 20nm prefieren seguir con núcleos normales ARM antes de involucrar un cambio de arquitectura y un nuevo proceso al mismo tiempo.
Según NVidia el X1 ofrece hasta 1 TeraFLOP de performance para palabras de 16 bits de punto flotante, soporta video H.265 a 4K codificando a 30fps y decodificando hasta 60fps.
NVidia se focalizó principalmente en el uso del X1 para automóviles, su primer uso será el Nvidia Drive CX, una computadora para automóviles con soporte para múltiples pantallas de alta resolución, sistemas operativos Android, QNX y Linux. También presentó el Drive PX para piloto automático controlando 12 cámaras y utilizando un par de X1.
Las primeras motherboards de referencia cuentan con un X1, 4GB de RAM, y ya estan sobrepasando a todos en los benchmarks, lo que es esperable para semejante GPU con capacidad para desktop. Desde ya que hay que esperar que el consumo de esto no sirva para un celular sino para una tablet u otro dispositivo intermedio.
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