Comprar la división de Nokia de celulares fue una jugada estratégica para impulsar Windows Phone, pero esto le está costando dividendos a Microsoft con un costo de 12 centavos por cada teléfono vendido.
No es un rojo demasiado furioso pero perder 4 millones de los 1400 que ingresaron deja en claro que no es una división con ganancias aun cuando casi no son pérdidas para un gigante como MSFT.
Microsoft se viene focalizando en teléfonos de gama baja, sus fans siguen esperando un buen flagship para este año (si, hay fans, los ex-Nokia en su mayoría), la empresa sabe que está en un mercado tan volátil que probablemente no llegue a sus objetivos este año.
Dentro de Microsoft la adquisición de Nokia generó ruido, principalmente porque la realizó Ballmer a poco de retirarse, pero Nadella, el actual CEO, considera que todavía falta más para impulsar la plataforma aun con un crecimiento del 18%.
Es que el mercado se divide casi en su totalidad entre Android y iOS, es muy difícil ser el tercer jugador y tal vez Windows 10 pueda ayudar pero ¿Es suficiente? algunos analistas sugieren la devolución (está en el contrato la posibilidad) de gran parte de lo adquirido, algo que ya hizo MSFT con aQuantive, pero para hacerlo debería ser antes de Julio y el cierre del año en Wall Street.
Via ComputerWorld