Desde que TCL se hace cargo de los nuevos BlackBerry creo que tal vez tengamos un renacer en el mercado, no digo que la marca esté saneada, pero al menos podemos pensar en una pequeña cuota de mercado para la firma canadiense.
El teléfono que llevaba el nombre clave de “Mercury” es ahora KEYone, tal vez el único smartphone nuevo con Android y teclado que valga la pena, una pantalla de 4.5″ a 1620×1080 (la resolución más extraña pero con mucha densidad, 434ppi) en proporción 3:2 y Gorilla Glass 4.
El teclado físico es obviamente el diferencial, algo que MUCHOS extrañamos por más que los falsos modernistas insistan con que es algo “del pasado” (si, el stylus también, y la realidad virtual y que se yo que más, pero todo vuelve), el famoso teclado predictivo (siempre fue muy bueno), 52 accesos personalizados para combinaciones, etc.
La cámara tiene un sensor de Sony de 12MP, pixeles de 1.55µm, dual LED flash, autofoco por detección de fase, f/2.0, video a 1080fps (no hay 4K!) y una cámara frontal de 8MP.
Por dentro un Snapdragon 625 (MSM8953) de ocho núcleos Cortex-A53 a 2.0Ghz, 3GB de RAM, 32GB de almacenamiento, micro SD hasta 256GB, obviamente 4G LTE, Wi-Fi 802.11 a/b/g/n/ac, dual-band, WiFi Direct, hotspot, Bluetooth v4.2, A2DP, LE, EDR, A-GPS, GLONASS, BDS y hasta radio FM incluyendo conector USB Tipo C.
La batería es bien grande, 3505 mAh, dejando en claro el objetivo “empresario” de este teléfono con Android 7.1 que habrá que ver cuan customizado es o si lo dejaron más “al natural” como hacen los Moto (creo que va por ahí la mano también).
Lo que sí trae es DTEK para el monitoreo de seguridad del dispositio, algo que vienen ofreciendo hace un tiempo como un valor agregado de seguridad para evitar spyware y similares amenazas.
Estará disponible a partir de la segunda mitad del año con un precio que comienza en los USD 550.