Cuando se está diseñando el lanzador más grande del mundo hay que tener especial cuidado en los motores y es por eso que no vemos muy seguido detalles de los Raptor de SpaceX, pero esta semana comenzó con Elon Musk mostrando la primera prueba real del equipo.
Es un trabajo que viene desde 2016 y su primer diseño del ITS que debía llevar 42 de estos motores, el BFR ahora se llama Super Heavy y llevará 31 motores de este tipo, Starship, la nave que llevará carga y tripulación lo hará con siete.
El diseño del motor es especial por varias razones, la más conocida es su cambio de combustible de RP-1 y LOX del Merlin (oxígeno líquido) por metano líquido criogénico y LOX, el metano se utilizará a temperaturas super frías para evitar su ebullición y, de paso, porque cuanto más frío más pequeño y le permite incorporar más en el cohete además de aumentar el impulso específico y reducir la cavitación.
— Elon Musk (@elonmusk) February 4, 2019
Como se nota en el video el test sólo duró dos segundos con el motor al 60% pero aun tan corto ofrece muchísima información valiosa para los ingenieros, este motor en particular probablemente se utilice para el vehículo de prueba StarHopper.
El color verdoso al final de la llama se debe a que se quemó un poco de la cobertura de cobre de la tobera, algo que no debía suceder pero que, gracias a hacer una prueba, se puede corregir para la próxima. La llama del metano suele ser azulada. Y lo más importante: el motor pudo dispararse a voluntad y no explotó en el primer intento 😀
— Elon Musk (@elonmusk) February 4, 2019
Yo cuando estoy por encender algo por primera vez: "puede que explote o que no pase nada, ambas opciones son igual de probables".
Me gustaría saber el nivel de ansiedad de los ingenieros cuando arrancan un motor semejante por primera vez. Por más que lo hayas calculado 200 veces y comprobado otras 200, siempre está ese pequeño porcentaje de "desarmado rápido no programado".