Samsung también prueba con otros formatos para sus cámaras en esta locura de múltiples sensores para tratar de sacar el máximo y poder transformar los teléfonos en cámaras aptas para toda situación. Pues bien, aquí tienen un teléfono con slider de cámara que… rota.
Así es, será seguramente la cámara selfie más potente del mercado porque es básicamente utilizar la cámara principal como frontal con un simple movimiento mecánico. Esto, probablemente, a más de uno le haga ruido ¿Cuánto durará el mecanismo? ¿Fallará el flex luego de cuántas operaciones? Hasta que no esten todos gritando a viva voz no podremos saberlo pero Samsung suele testear mucho cualquier cosa que se mueva antes de enviarla al mercado (salvo baterías, ejem).
Este formato es interesante porque es una vuelta de tuerca a un problema creciente y reduce el número de cámaras necesarias agregando complejidad mecánica que, esperemos, esté bien resuelta. Lo bueno es que nos ofrece triple sensor con uno principal de 48 MP, f/2.0, PDAF, uno ultrawide de 8MP y un TOF 3D como sensor de profundidad.
El equipo además no necesita de Notch para la frontal porque ya está resuelto eso así que la pantalla de 6.7″ (si, enorme) y 2400×1080 pixeles SuperAMOLED se puede apreciar en su totalidad.
Por dentro cuenta con un Qualcomm Snapdragon SDM730, el nuevo mid-range de Qualcomm, fabricado a 8nm, con ocho núcleos (dos Kyro 460 a 2.2GHz y seis a 1.7GHz), 8GB de RAM y almacenamiento de 128GB. La batería es de 3700mAh. Las dimensiones del equipo son de 165.2 x 76.5 x 9.3 mm, sonido Dolby Atmos, radio FM!, sin conector de audio (ridículo como siempre, y no es que les faltara espacio en este equipo) y Android 9 Pie con One UI.
Via Samsung