El DeHavilland DCH-2 Beaver es un avión de 1946 pero ¿Qué tal una modernización eléctrica? La empresa Magnix modificó uno, el eBeaver, para transformarlo en un avión eléctrico comercial de fácil acceso y con suficiente autonomía para sobrevivir al menos una hora de vuelo sin combustibles fósiles.
El motor original fue reemplazado por uno eléctrico de 750 HP (560kW, un 40% más que el original) y el resto del avión es similar por lo que la aprobación y validación de las entidades de control debería tardar mucho menos que en un diseño nuevo (esto es mi opinión personal, claro).
El vuelo del eBeaver, con capacidad para seis pasajeros, despegó desde Richmond en British Columbia y dio una pequeña vuelta con el CEO y piloto Greg McDOugall de Magnix. La idea del eBeaver es que entre en servicio comercial en 2022 en las rutas cortas y muy acuáticas de la zona de Vancouver. La mayoría de los vuelos duran entre 30 y 20 minutos por lo que los 60 de autonomía duplican la necesidad y son un buen margen
Muchos de los DHC-2 actuales tienen motores Pratt & Whitney PT-6A turbohélice con un consumo de USD 300 de combustible por hora, en contraste el consumo eléctrico va desde los USD 10 a 20 para el mismo rango, una diferencia operativa más que importante aunque, claro, unos 160km de autonomía máxima contrastan con los más de 750 del modelo a combustible.
Cabe destacar que las ventajas no estan sólo en el costo menor por kilómetro en términos de energía sino en el costo reducido de mantenimiento ya que los motores eléctricos son mucho más fáciles de mantener y ni siquiera hace falta una infraestructura especial para recargar combustible y, desde ya, no contaminan con gases de combustión.
La conversión de vehículos existentes a eléctricos creo que es un buen camino que están tomando varias empresas (https://www.evwest.com/catalog/index.php?cPath=40). Sí, no son tan eficientes como desarrollar un producto de cero, pero por un lado son más económicos y por el otro permite tener andando tu auto (o avión) predilecto. Y en cuanto a la cuestión ambiental, implica un reemplazo de motores y no lo que viene sucediendo con los autos eléctricos que, por ahora, son más un agregado al parque automotor que un recambio.