Ya es usual que los avances de la tecnología afecten multitud de actividades y campos. Los bancos necesitarán hallar un modo de reinventarse o ejercer influencia para no perder su papel de intermediarios. En el medio, las personas, o mejor dicho los consumidores, son los actuales intermediarios para determinar si el desarrollo del blockchain marcará o no un hito y disrupción con respecto al valor del dinero.
Todos tus días tienen algo de habitual. La rutina te pesa, te levantás y vas a trabajar o a la facultad y te da hambre. Entonces te comprás algo para satisfacer esa necesidad, sacás de tu billetera o de tu bolsillo el efectivo que necesitás para comprar eso que te complazca. El dinero es como tu mejor amigo de la infancia, lo conocés desde que naciste, vivís con él día a día, lo llevás a donde quieras que vas, ¿acaso te acompañará toda tu vida?
El tiempo avanza, la tecnología y el funcionamiento del sistema también. El dinero en efectivo está presente hace cientos de años. ¿Existe otra forma de sustituir este sistema vicioso? La mayoría de las personas responden que no, que es casi imposible; cuando en realidad sí la hay. En este último tramo de la historia la cadena de bloques (blockchain en inglés) presenta un nuevo paradigma y escenario.
Blockchain consiste en una estructura/tejido de datos e información acoplada en bloques que se “adjuntan o pegan” entre sí, simulando así una cadena de bloques, propiamente dicha. Cada operación, o transacción ejecutada, se almacena, registra y queda expuesta públicamente en esa cadena de bloques con una visualización en un determinado orden sin posibilidad de ser modificada.
Antes de profundizar en blockchain, de la famosa frase “una imagen vale más que mil palabras”, la siguiente infografía del medio Banco BASE retrata con precisión los puntos centrales del sistema de la cadena de bloques:
Adiós intermediarios, ¿un jaque a los bancos?
Una particularidad a la que no sólo el sistema financiero argentino está acostumbrado, sino todos los países capitalistas del mundo, es contar con la regulación del manejo del dinero.Pero antes que nada, ¿Qué es el sistema financiero? En forma de síntesis, es uno de los sectores más importantes de la economía moderna ya que canaliza los recursos de los ahorristas hacia los inversionistas. Estamos hablando de un vasto sistema bancario interconectado a nivel mundial. Sus funciones son: transferir recursos, administrar el riesgo de la economía y agrupar y subdividir los fondos de acuerdo con las necesidades individuales del ahorrista o inversor. El principal activo financiero es el dinero
. Esa regulación económica que garantiza mejorar la eficiencia de la misma con un mecanismo de transmisión monetaria implementada y regulada por un banco central, la cual a su vez interactúa con los otros bancos, queda descartada. En otras palabras, la cadena de bloques elimina a los intermediarios. Este sistema es descentralizado, no hay a quién recurrir.
Aquí una persona se conecta y transfiere dinero directamente a otra. Pongamos de ejemplo que Rocío quiere transferir plata a Fabrizio. La cadena de bloques, al ser un sistema descentralizado, posibilita que esa transacción se produzca directa y automáticamente. Es en este punto donde se produce una disrupción en el sistema financiero. Si hubiera error de pagos, deben arreglar los interesados entre sí o las empresas que están empezando a utilizar la cadena de bloques para sus propios fines, pero el Estado no interviene.
Son estas cosas la que generan “desconfianza” a las personas y a la sociedad en sí. Consideran que el funcionamiento al que están acostumbrados es seguro e inalterable. “Al no pasar por el Estado, este mecanismo no es seguro”, pero la pregunta que nos deberíamos hacer es: ¿Qué te garantiza que sea seguro pasar por el Estado?
Está bien que el Estado no necesariamente es “confiable”, pero existe y seguirá existiendo ese Estado, más allá de quien lo gobierne transitoriamente, siempre tendrás a quién reclamarle… y con el blockchain, ¿Ante quién puedo hacer un reclamo?
Toda nuestra vida diaria pasa a través del Estado. Cuando mandamos mensajes, cuando realizamos alguna publicación en redes sociales, cuando hablamos por teléfono; el Estado sabe todo de todos. Aquellos actos de privacidad ya casi no subsisten y es aquí donde venimos a hacer hincapié, en pleno 2019: la privacidad, ¿existe?
Describiendo su lógica estructural
En nuestro caso particular, estamos asociando indefectiblemente al blockchain con las criptomonedas, un medio digital de intercambio que viene a cumplir la función de tipo de divisa alternativa. Otra cuestión radica en que la cadena de bloques también puede vincularse con otras áreas, como el registro de propiedades, almacenamiento en la nube, seguridad social y un largo etcétera.
La peculiaridad de blockchain es que cada bloque se incorpora de forma temporal y cronológica. Por lo tanto, las acciones llevadas a cabo pueden vislumbrarse por orden y modificarlas resulta imposible debido a su sistema encriptado y codificado.
Javier Pastor, editor español especializado en tecnología — actual Editor en Xataka — nos da el siguiente comentario complementario:
La información que se genera en la cadena de bloques es pública, cualquiera puede consultar y verla. Sin embargo, las actores implicados en una operación permanecen en completo anonimato. Dicho de otra forma, sabemos que “una persona X” transfiere/transfirió dinero a “otra persona Y”, aunque no se sabe más que eso. Depositamos nuestra confianza en ese alguien sin nombre también, inconscientemente confiamos en el Estado pero, ¿al Estado lo conocemos? la respuesta es no y de igual manera depositamos nuestra confianza allí.
Además, como sabemos que “esa moneda” fue transferida una sola vez, evita el inconveniente de la doble circulación del dinero o los riesgos de que sea plata falsa. Algo que suele tener como consecuencia una disminución de confianza en la misma y en su circulación y validez. Entonces, retomando a una pregunta previa que dejamos a la intemperie: en blockchain, ¿Ante quién debo recurrir? Para dejarlo bien claro y de forma concisa, Javier Pastor lo explica a continuación:
Volviendo a otra interrogante anterior: ¿Existe la privacidad? Ante lo explicado, concluimos que en la cadena de bloques su sistema de encriptación asegura la privacidad de quiénes son los implicados en una transacción, no así la operación en sí, con su monto y registro de actividad visible para todos.
¿Y cuál es el papel del dinero?
Creer o reventar, en cierta forma la cadena de bloques tiene cierta analogía con la concepción actual del dinero. Desde sus comienzos el mecanismo se basaba en el trueque: intercambiar una cosa que alguien posee por otra que tiene y desea otro sujeto. Tiempo después, se puso al dinero como medio de intercambio con un valor intrínseco. Constituye un bien de cambio, no obstante, varios capitalistas lo aprecian como un bien de uso para su disfrute y abuso.
Casualmente, el papel moneda (dinero-papel) es emitido por los bancos y regulado por cada Estado. El blockchain es una revolución que rompe con el orden social y con esa tradición.
Cada persona puede crear su propio bloque en una prueba de trabajo y esto permite que cada quien descubra una criptomoneda (que no crearla); a ese proceso se lo conoce como minería.
En este sentido, el papel del dinero viene, por un lado, por la determinación de los tipos de cambio. El valor de las criptomonedas, producidas dentro del blockchain, se establece con referencia a la divisa del dólar estadounidense por norma general. Ello no quiere decir que no se pueda tasar/convertir a otras divisas o a nuestra moneda local.
El precio de, por ejemplo el Bitcoin, se establece en un punto en común en donde la oferta y la demanda están en equilibrio. Las fluctuaciones no son externas a este sistema, cualquier criptomoneda de la cadena de bloques varía, principalmente debido a la especulación que se produce alrededor de su funcionamiento y aceptación. El blockchain es un sistema que todavía no tiene la misma implementación y legitimación a nivel mundial que el dinero en efectivo o las transacciones digitales, como pagos en bancos por internet o tarjetas de débito. Esto quiere decir que este procedimiento digital sustituye al efectivo físico.
El valor del blockchain
El mercado de valores es el lugar en donde se compran y venden acciones de empresas que se negocian entre el público. Trasladando este concepto a la cadena de bloques, asimilamos su presencia implícita, no como acciones de empresas, sino justamente por el riesgo que implica el rendimiento y adhesión a las determinadas criptomonedas devenidas del blockchain.
¿Es posible que se presente una burbuja o colapso? La burbuja financiera es la suba de un precio de forma desmesurada durante un largo período de tiempo. Esto ocasiona vivir en una burbuja especulativa en donde alguien venda las acciones que posee de “X” compañía al mayor precio posible. No obstante, a final de cuenta se produce el crash: el valor de las mismas explotan y bajan a niveles ínfimos, incluso debajo a su precio considerado como natural. Por eso, blockchain supone lo que se llama información imperfecta, justamente por ser un mercado no regulado con poca información para evitar que los consumidores tomen decisiones bien informadas.
Respondiendo a la pregunta previa: sí, puede darse una burbuja o colapso incluso hasta estacionalidad, refiriéndonos por esto último al comportamiento particular de una variable en un determinado período de tiempo y que repite un patrón. Este quiebre ocasiona lo que se conoce como paseo aleatorio.
Mediante las Ofertas Iniciales de Monedas (ICO, por sus siglas en inglés) los activos criptográficos adquieren un valor. Ese valor lleva a su cotización en el tipo de cambio. Es decir, a eso se llega con la métrica del valor de la red y el valor de la transacción.
Según lo explicado por el editor asociado del MIT Technology Review, Mike Orcutt, el valor de la red es el número de monedas en circulación multiplicado por el precio, y el valor de la transacción es el cociente del valor monetario de las transacciones que se realizan en una cadena de bloques concreta.
Tanto en la actualidad como en un futuro, la demanda del dinero en billete disminuye en detrimento del blockchain. Las criptomonedas derivadas de allí también tienen la función central de servir como medio de intercambio.
Actualmente no se trata de un mercado financiero eficiente ya que no todos los participantes comprenden rápidamente la información nueva que se asimila a los precios de mercado referentes a las criptodivisas de la cadena de bloques. A veces se obtienen utilidades y en otras no.
¿La crisis de los intermediarios?
Entonces, llegando al final, te diste cuenta que el dinero no es el único medio con el que se puede vivir. La cadena de bloques desencadena las criptomonedas, un sistema cada vez más conocido mundialmente y que se está convirtiendo en un medio utilizado por muchos. Esto trae miedo a los tradicionalistas, la guerra dinero vs blockchain ya es una realidad. ¿Los bancos desaparecerán? ¿El dinero será sustituido por este nuevo mecanismo? Sólo nos queda esperar.
Esta nota fue elaborada con base bibliográfica derivada de la obra Economía con aplicaciones a Latinoamérica (19ª edición), de los autores Samuelson, Paul y Nordhaus, William. Dicho post deriva de una actividad aplicada a la cátedra Economía, del Colegio Universitario de Periodismo (CUP).
Artículo redactado por:
- Ballarino, Fabrizio
- Scherman, Rocío