La segunda gran misión con destino Marte de este año viene de la mano de China y es su primer intento para no sólo llegar a la órbita marciana sino, además, aterrizar un rover sobre la superficie de este planeta.
Así como los Emiratos Árabes Unidos que lanzaron el pasado domingo la agencia china es la segunda en entrar en esta caravana de misiones a Marte, el 30 de Julio, si todo sigue como se debe, la misión Mars 2020 con el rover Perseverance debería comenzar también su viaje.
La Tianwen-1 despegó desde el centro espacial de Wenchang a bordo del Larga Marcha 5, el nuevo superpesado chino que recién ha hecho muy pocos viajes pero que hoy demostró su confiabilidad. Durante varios meses viajará a Marte y luego de entrar en órbita pasarán otros meses antes que el lander y el rover se separen y comiencen su descenso.
Con unos 280Kg el rover es bastante más grande que los Yutu enviados a la Luna, cuenta con cámaras, radar, sensor metereológico y varios sensores para analizar la superficie. Obviamente no es tan complejo como su contraparte norteamericana pero hay que tener en cuenta que es la primer misión de este tipo que realiza la agencia china.
El orbitador será el encargado de recibir la señal del rover y reenviarla a la Tierra además de explorar con sus sensores el planeta desde órbita. De tener éxito sería la primera vez que desde un primer intento se logra la combinación completa de orbitador y rover más coordinación de comunicación entre ellos.
La otra misión marciana, combinada entre Rusia y Europa, iba a ser ExoMars pero se pospuso para 2022.
Veremos cómo les va en el descenso del rover, porque Marte ya tiene un fatídico record de arruinar misiones. Esperemos que todo les vaya bien y logren nuevas investigaciones, y ojalá algunos descubrimientos.
Descender en la superficie marciana está resultado bastante más difícil para las misiones de lo que se puede pensar.
Si, hasta ahora sólo los EEUU han tenido un buen record y aun ellos tuvieron sus problemas