Llegar a los 10 nanómetros (nm) supuso un camino largo para Intel, y su paso hacia los 7 nm apuntan a un destino similar. Desde la compañía avisan que su incursión en la generación de sus chipsets con 7 nm puede demorarse seis meses con respecto a las primeras previsiones.
Es decir, en vez de una llegada para fines de 2021, su presentación sería en 2022. Ojo, no se descarta una demora mayor, algo a lo que Bob Swan, CEO de Intel, llama “modo de defecto”.
Habrá que ver qué impacto ocasiona esto en la firma. Y más aún si consideramos que AMD ya dispone de procesadores con 7 nm.
Por su parte, Intel avanza hacia los Tiger Lake, los que vendrían a ser su 11ᵃ generación, aunque los harían con su tecnología 10nm++. Siendo pragmáticos, continúan siendo 10 nanómetros. Junto a ellos también estarían sus gráficos Xe.
Pero, a modo de suspiro, las ventas de computadoras tuvieron un repunte en los últimos registros. Esto deviene del boom del teletrabajo, educación virtual y todas situaciones que el coronavirus impulsó (e impulsa) en varias partes del mundo. Gracias a ello — entre otras cosas — los ingresos del fabricante aumentaron un 20% en su segundo trimestre fiscal de 2020 con respecto a igual período del año anterior.