El dilema para Huawei llegó a otro de esos puntos límites. Si bien sus equipos con software de Google que ya habían sido vendidos antes de la limitación impuesta por los EEUU tenían updates ahora llegó la fecha en la que se acaba su licencia.
Esto significa que no podrían tener nuevas actualizaciones, el Departamento de Comercio dejó de extenderle las licencias temporarias, y a partir del 13 de Agosto cualquier developer como Google no podrá enviarle actualizaciones a Huawei (sería ilegal) y por ende Huawei no podrá brindarle parches a sus usuarios.
Equipos como el P30 Pro son relativamente nuevos (y poderosos) como para quedarse en la nebulosa legal, otros como el P40 ya no traen aplicaciones de Google por lo que sólo tienen mercado dentro de China y para esos clientes no es un problema.
Desde ya que no recibirán updates como Android 11, esto deja en una situación delicada a quienes tengan un teléfono de la firma porque no habrá parches, ni actualizaciones importantes y la única opción que les quedará será cambiar de equipo. Huawei ha sido fuertemente golpeada por una decisión que iba más de la mano de bloquear los equipos de redes por “miedo” a que el estado chino estuviera utilizándolos para espiar otros países.
