Oppo, junto al estudio de diseño Nendo, crearon un concepto muy interesante para un teléfono flexible combinando las ideas de un “slide” con un “foldable” pero… segmentado.
Utilizando varios segmentos plegables logran al menos tres formatos de pantalla y sus correspondientes casos de uso, es interesante, no sabemo si es factible con los materiales flexibles actuales. Ya hemos visto las dificultades que han tenido grandes como Samsung o Motorola para crear bisagras que permitieran un gran margen de movimiento protegiendo sus pantallas flexibles ya sea en el Fold o el Razr.
Pero esto es tan sólo un concepto y, desde ese punto de vista, está genial por los escenarios que proyecta.
Hay varios beneficios en este formato, el primero y más obvio es que permite encontrar el tamaño más cómodo para diversas situaciones, el tamaño mayor es tal vez un poco más largo de lo que acostumbramos, el menor es casi como un Razr y, de hecho, se puede abrir como éste.
El primer segmento sirve para notificaciones y mensajes básicos, el segundo para cámara selfie, y el tercero el teléfono a full super largo e ideal para gaming o multitasking.
Todo esto combinado con una serie de accesorios inalámbricos, desde un speaker con IA y cargador inalámbrico, auriculares inalámbricos, etc. Un pequeño ecosistema.
¿Podrá llegar algo así al mercado? Habrá que ver cómo evolucionan las pantallas flexibles porque en los sistemas de bisagras está la clave y una cosa es tener una sola, que lo hace caro, imaginen tener tres, cuatro, cinco bisagras en un mismo equipo, cómo deberían estar construidas y de qué material para resistir tanto movimiento?
Interesante, pero con apariencia de fragilidad.
Es como una curiosidad que no sacarías de tu casa.