Creadores de notables equipos como el Nexus 5 o el G2 y G3, LG deja el mercado de telefonía celular en el cual hace mucho tiempo no logra ganar dinero. No es que sea una sorpresa para nadie pero es una caída que hace ruido en un mercado cada vez más concentrado en China.
Equipos raros como el Wing no lograron recrear interés por la marca, o el Vlevet de doble pantalla, otros como el G5 fracasaron en su intento de brindar modularidad, lo intentaron, todos estos equipos buscaron salir del formato tradicional, pero lamentablemente una cosa es ponerse creativo y otra lograr vender equipos.
Creo que el problema mayor de LG, desde el punto de vista del consumidor, es que nunca estaba ni en el segmento premium ni en el económico, en el medio sólo hay un desierto de fracasos al que muy pocas marcas logran sacarle provecho (pienso, por ejemplo, en Motorola jugando siempre en la gama media y sobreviviendo con eso bastante bien). LG cuando apuntaba alto erraba y cuando apuntaba abajo no llamaba la atención de nadie.
Marcas como Xiaomi, Huawei, Oppo, etc. le fueron comiendo el mercado, Samsung terminó siendo el líder indiscutido en Corea, y aun habiendo lanzado un equipo como el K92 que ofrecía 5G a unos USD 400 nadie apostó por ellos.
LG prestará sus diseños para otros fabricantes en la gama media y baja, y dejará de tener las enormes pérdidas que alcanzaron los 4400 millones en los últimos seis años. Así mismo empezarán a hablar con posibles compradores de la división entre los que se encuentra la vietnamita Vingroup. Los inversores de LG, contrariamente al público, vieron esto positivamente y las acciones de la firma subieron un poco al comienzo del Lunes en Corea.
Quedan pocas marcas no-chinas en el mercado de telefonía con una cuota relevante de mercado: Apple y Samsung. Hay más pero no superan el 1% del mercado, el resto son todas marcas de China y eso abre un abanico de preguntas ante la, cada vez más intensa, rivalidad comercial con los EEUU.
