En una historia que tranquilamente podría terminar en una película policial de carteles de droga y FBI esta misma organización gubernamental dio un golpe fantástico con el mayor troyano de los últimos tiempos: un falso teléfono encriptado para criminales.
La idea salió de la policía federal Australiana y el FBI, crear un teléfono encriptado, vendérselo a los criminales, espiarlos y quebrar varias operaciones de drogas y lavado de dinero. Pero no sólo lograron vender 12.000 equipos, interceptar 27 millones de mensajes, y esto derivó en el arresto de cientos de criminales.
La falsa empresa se llamaba ANOM y comenzó a operar en 2018 vendiéndole esos equipos a unas 300 organizaciones criminales. Los equipos prometían algo muy directo y sencillo: una app encriptada que les permitiese comunicarse sin posibilidad de ser detectados, con teléfonos liberados y control total. Inclusive con un kill switch para “borrar” todo por si alguno caía preso.
Según el FBI la única aplicación real del equipo era la calculadora, el resto estaba pensado para espiar y todos los mensajes que supuestamente iban de punta a punta encriptados pasaban por un servidor del FBI donde se desencriptaban con una clave maestra.
El equipo funcionó tan bien durante varios años que los usuarios empezaron a dejar de lado sus códigos de mensajes y empezaron a hablar abiertamente sin esconder intenciones ni significados. Se entregaron a la supuesta privacidad de la aplicación.
Esto se vio reforzado porque al mismo tiempo otras empresas que brindaban un servicio similar (EncroChat, Sky ECC) fueron cerrando operaciones por presión de las autoridades pero ANOM resistía. Parecía indestructible.
En coordinación con Europol la operación derivó en una serie de allanamientos en 16 países, 700 casas registradas, 800 arrestos, 8 toneladas de cocaína, 22 de cannabis, 2 de drogas sintéticas, 6 toneladas de precursores, 250 armas de fuego, 55 autos de lujo y unos USD 48 millones en cash y criptomonedas. Todo esto como primer etapa ya que han empezado las causas paralelas menores que sumarán otros tantos.