Con la búsqueda de evitar el descontrol de desperdicios y unificar un poco el criterio la Comisión Europea avanza con el plan que menos quiere Apple: USB-C para todos los teléfonos.
Un sólo cargador para cargarlos a todos sería el criterio y no puedo estar más a favor, la única razón por la que existe el cable propietario de Apple es para poder cobrar una cifra muy superior a la que hace realmente falta para cargar el teléfono y, especialmente, esos horribles cables que siempre se rompen.
Diseñados para que la experiencia del usuario sea la peor posible, esos cables suman millones de desperdicios que no tienen sentido en el mundo civilizado por más que le pese a Apple y sus ganancias (que no son pequeñas tampoco).
La nueva legislación no le impide a los fabricantes usar otros puertos mientras exista un USB-C para cargarlo, así pues en vez de andar preguntando en la oficina ¿Quién usa iPhone? Sencillamente se podría utilizar cualquier cargador de cualquier marca y modelo.
Ya desde hace un tiempo varias firmas no incluyen el cargador en sus cajas, no por hacerle un bien a nadie, el precio de los equipos no bajó pero ahora te lo venden aparte. Esto reduciría, en teoría, un poco esa práctica de sacarle dinero a cualquier cosa haciéndola de mala calidad.
Si se aprueba los fabricantes tendrán dos años para ponerse en regla en la Unión Europea, esto dejará afuera al ya obsoleto Micro-USB pero especialmente al Lightning que, insisto, no tiene sentido de existir salvo las prácticas monopólicas típicas de Apple.
Por otra parte ya sobran los rumores que indicarían un camino inalámbrico para Apple usando el estándar Qi y el propio MagSafe por lo que, posiblemente, ese sea el camino elegido.