A fines de noviembre Qualcomm presentó al Snapdragon 8 Gen 1, su último procesador estelar. Más allá de sus especificaciones técnicas, se supone que la fabricación de este chipset estaba a cargo de forma exclusiva por parte de Samsung… o mejor dicho, se suponía.
Según “fuentes internas de la industria”, como remarca el medio GSMArena, la firma americana no estaría conforme con el ritmo y rendimiento de producción de la surcoreana. El Snapdragon 8 Gen 1 es un SoC con litografía de 4 nanómetros (nm) y la encargada de producirlos es la división Samsung Foundry.
Ante la persistencia de los inconvenientes en producción, Qualcomm habría recurrido a destinar parte de su pedido a Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), gran rival de Samsung Foundry en esta área. No obstante, hay quienes creen que, en caso de ser realidad esta suposición, podría desencadenar en efectos negativos.
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Es decir, el proceso de fabricación de TSMC se considera como mejor que el de su competidor en términos de tamaño y eficiencia energética. Si Qualcomm divide algunos lotes para Samsung y otros para TSMC puede que el rendimiento y/o la eficiencia no sean lo mismo. Años atrás, cuando Apple encargaba hacer algunos de sus chipsets A9 para el iPhone 6S a TSMC y otros a Samsung, las diferencias se hacían notar.
Por otro lado, para 2022 se aguarda a que Samsung lance su procesador móvil en asociación con las GPU de AMD. Esos SoCs también se basarían en 4 nm. Ahora bien, con respecto al mismo se corre el riesgo de que la surcoreana experimente escasez de chips.
