Tanto el uso de las Google Chromebook como de Google Workspace es prohibido en las escuelas danesas. La razón es sencilla ¿a dónde va a parar toda la información sobre los menores?
A diferencia de los productos para adultos, donde es uno el que toma una decisión consciente, en el caso de los alumnos (menores de edad) es claro que está por encima de su potestad legal.
Y si de privacidad se trata Google es tal vez una de las peores compañías al respecto (¿la peor sería Meta/Facebook?) ya que utiliza toda la metadata para targeting de anuncios comerciales.
Toda la información que un usuario de Chromebook o Workspace genera no queda restringida al hardware de uno sino a los servidores de Google en su propia nube, que ni siquiera está en Dinamarca, claro.
El manejo que hacen de esos datos, según un veredicto luego de una larga investigación, es que no cumple con las premisas básicas de la ley europea de la GDPR sobre privacidad de datos.
El punto clave está en los términos y condiciones de Google que se reserva el derecho de transferir la información a otros países para “proveer soporte” aun cuando todo esté almacenado en servidores europeos o daneses. Para las autoridades danesas es demasiado riesgo.
Este es un tema que irá creciendo con los años porque las fronteras no existen en internet, menos en los servicios cloud, pero sí hay jurisdicciones legales y ¿Bajo qué ley se manejan ciertos datos? Pues bien, los danses pusieron un límite pero ¿Quién los seguirá?
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