Se termina el ciclo de vida de Windows 8.1, la versión menos infame de Windows 8 pero igual de olvidada.
Quedan pocos usuarios del sistema operativo y éste llegará a su final de vida el 10 de enero de 2023 dejando lo que queda sin acceso a actualizaciones de seguridad ni ningún tipo de soporte. Será un sistema operativo legacy, uno de esos que han pasado a mejor vida.
Muchos argumentan que Windows 8 le costó el puesto a Steve Ballmer, no se si es tan así (hubo muchas cosas al mismo tiempo y todas juntas eran dinamita) pero sin dudas fue uno de los más odiados de los últimos tiempos compartiendo podio con Windows Me o Vista.
El final de ciclo implica que ni siquiera Windows Defender recibirá acutalizaciones por lo tanto uno dependerá de un antivirus propio, lo que significa un riesgo de seguridad alto. El sistema operativo era una actualización del 8 con muchas mejoras que vio la luz hace una década, el 18 de octubre de 2013.
Dos años después Microsoft lanzaba Windows 10 y el 8 y 8.1 pasaban al olvido como una “tal vez no tan mala idea en el papel” pero sí o sí una mala implementación que obstruía el normal flujo de usuario forzando uno mucho más limitado e inútil.
El público le enseñó a Microsoft que una PC no es una tablet.
Si alguno de ustedes todavía opera con Windows 7, 8.0 u 8.1 les recomiendo actualizar al menos hasta Windows 10, obviamente la performance se verá afectada por diferencias en el diseño del SO para lo que también recomiendo que hagan un upgrade a un SSD por lo menos para la unidad principal del equipo. Ya con eso una PC vieja puede sobrevivir bastante más si no se pretende mucho de ella.
