La aeronave experimental supersónica XB-1 de Boom ha obtenido el visto bueno de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos para volar a velocidades supersónicas mayores a Mach 1, según anunció la compañía. Las pruebas están programadas para llevarse a cabo más adelante este año en el Corredor Supersónico Black Mountain en Mojave, California, y los resultados podrían ayudar a validar la factibilidad del diseño en aspectos como consumo de combustible, velocidades alcanzables y características de vuelo.
“Después del exitoso primer vuelo del XB-1, estoy ansioso por presenciar su histórico vuelo inaugural rompiendo la barrera del sonido”, expresó Blake Scholl, fundador y CEO de Boom Supersonic. “Agradecemos a la Administración Federal de Aviación por fomentar la innovación y permitir que el XB-1 continúe con su trascendental tarea de allanar el camino para el futuro de los viajes supersónicos”.
Esta autorización llega apenas unas semanas después de que una dupla de pilotos de pruebas realizara un vuelo de prueba subsónico exitoso con el XB-1. Se produce tras una exhaustiva revisión y evaluación ambiental, y estipula que un avión de persecución acompañe al XB-1 para monitorear y registrar la seguridad del vuelo, según indicó la compañía.
Boom realizará entre 10 y 20 vuelos antes de intentar superar la velocidad del sonido. Durante ese periodo “expandirá sistemáticamente el sobre de vuelo” para corroborar el desempeño y cualidades de maniobrabilidad, señaló Boom, mientras realizan verificaciones en vuelo de todos los sistemas y demuestran un margen seguro respecto a los límites de vibración/flameo. El piloto de pruebas Tristan “Geppetto” Brandenberg estará a los mandos durante el primer vuelo supersónico.
No obstante, los vuelos comerciales de pasajeros aún están lejos. El XB-1 es una versión a escala del objetivo final de Boom, una aeronave de línea comercial llamada Overture que se espera transporte a menos de 100 pasajeros con niveles de comodidad de clase ejecutiva. La compañía ha dicho que ese avión podrá volar de Tokio a Seattle en cuatro horas y media.
La compañía ha enfrentado varios contratiempos, como retrasos en los planes de prueba y una ruptura con el fabricante original de motores Rolls-Royce. Posteriormente estableció una asociación con la empresa FTT para desarrollar su propio motor de reacción personalizado “Symphony”. Aun así, ya tiene clientes alineados, con American Airlines y United Airlines habiendo realizado pedidos de múltiples aviones.
La NASA también está desarrollando un jet supersónico llamado X-59 con un perfil sónico reducido, pero Boom Supersonic no ha dado muchos detalles sobre cómo planea mitigar el estampido supersónico.
Via Engadget