Esto que van a ver es el Casio Moflin, una mascota robot, pero no como un Aibo, es más bien un peluche en versión tamagotchi sobrecargada con robótica, emociones y conexión con el dueño, sí señores, está llegando ese momento.
Sabemos que en Japón la soledad es un problema muy grande, especialmente con la sociedad envejeciendo sin hijos, pero a veces hasta sin pareja, las mascotas son un gran elemento para combatir la soledad… pero sigue siendo Japón donde hay poco lugar. Es por eso que las mascotas virtuales o robot tienen sentido allí y tal vez en muchos otros lugares.
La idea de Casio no es nueva, pero la implementación parece mucho más refinada y lógica que otras que ha habido en el mercado, diría que es la más “sensible” de todas, son como unos Tribbles de Star Trek sin movilidad, que requiere de la atención del dueño sin moverse, totalmente portable y recagable.
El robot poco a poco identifica al dueño y reacciona “emocionalmente” a su presencia y cariño, con sonidos y movimiento.
El producto es una creación del estudio Vanguard Industries que se asoció con Casio para la distribución y producción masiva, el producto ya había sido presentado en el CES de 2021.
Casio lo vende por unos ￥59,400 que son alrededor de USD 398, nada barato por cierto, se puede sumar una suscripción al servicio de soporte llamado “Club Moflin” por USD 44 anuales, que incluye reparación, limpieza, recambio y cambio de la piel que es lo que seguramente más mugre junte.
Otro ejemplar de este tipo de peluches robóticos terapéuticos es el Qoobo que es rarísimo, una pelota como un gato, sin cabeza, pero con una cola, el mercado está abierto para mucho más parece, especialmente en Japón.
Moflin, por su parte, tiene un poco de AI incorporada para identificar al dueño y reaccionar a la voz de éste para simular una relación cercana, luego ejecutar ciertos movimientos y sonidos que simulen sentimiento y personalidad que irán cambiando con el tiempo.
Lo usual de sus interacciones será calmarse y “sentirse” bien ante el contacto y estresarse o volverse ansioso si no hay contacto, esto es lo más “tamagotchi” que imagino, pero ya vinculando emocionalmente al dueño, interesante ver algún análisis psicológico de lo que puede provocar en la gente, no tengo idea!
Al menos en vez de clavarle un USB para recargarlo viene con una “camita” donde se recarga de forma inalámbrica.
