El Cardboard fue un lindo experimento, era hora de que Google se arremangase y pusiese en juego la experiencia incorporada y se la jugase un poco más, el Daydream es básicamente esa respuesta esperada.
Con un cuerpo cubierto con una tela en vez de plástico directo, el Daydream es un poco más que un headset para poner el teléfono y nada más, tiene una banda sola (no la superior que se ve en muchos similares) y una especie de mando o stick que sirve como control manual, algo que la mayoría carece porque, claro, no existe un estándar de controladores para VR. Seguramente Google pueda imponer algo de orden en ese sentido.
Más allá de incorporar una experiencia Harry Potter en VR en el catálogo de realidad virtual de Android no es que tenga muchas novedades más, puede guardar el stick adentro del visor y obviamente hay que utilizar un teléfono dentro como en el caso de Samsung o la centena de similares, la única diferencia notable, además del stick, es el material y que el creador sea Google.
El precio es accesible USD 80
parece que se puso una pantufla en la cara.