No es que veamos aquí mucho material militar pero en este caso tiene mucho que ver con la tecnología. Usualmente los portaaviones poseen catapultas para lanzar rápidamente los aviones, son a vapor, así es, el método más antiguo para movilizar algo más allá de un caballo de tiro es el mismísimo vapor.
Pero la catapulta de vapor tiene sus problemas, el primero de ellos la violencia con la que inicia su recorrido, la misma se traduce en dolores de vértebras y aviones desgastados, todo muy caro, tanto pilotos como aeronaves, así que a alguien se le ocurrió hace un tiempo modernizar completamente el sistema.
El primer portaaviones en cambiarlo es el USS Gerald R. Ford, CVN-78, y son catapultas magnéticas, básicamente un sistema similar al de levitación magnética que tienen los trenes MAGLEV pero aplicado a lanzar aviones. El EMALS, sigla de Electromagnetic Aircraft Launch System, tuvo su debut con un F/A-18 Super Hornet el fin de semana pasado en altamar. Ya hace un par de años habían probado el sistema con algo menos interesante que un avión.
Además también fue el primer aterrizaje en el océano de uno de estos aviones del escuadrón 23 de testing y evaluación pilotado por el teniente Jamie Struck verificando también el funcionamiento de toda la operación sobre la cubierta, todo en un mismo día.
En buena hora, hace rato que estaban con el tema de los rieles magnéticos. Y ya saldrá algún nostálgico diciendo que extraña el vaporcito.
Disfruto cada video con audio natural, sin música ni voz en off.