Hoy vamos con dos noticias de SpaceX, primero la menos alegre, la explosión masiva que se llevó consigo el prototipo SN4 de Starship.
Esto ocurrió el viernes en Boca Chica, Texas, cuando estaban haciendo un nuevo encendido de prueba del motor Raptor. Hasta ese momento todo perfecto, el encendido de apenas unos segundos funcionó como se esperaba y luego del apagado pasó un minuto hasta que hubo una pérdida.
La pérdida de combustible fue masiva, aumentando y creando una nube que nos preparaba para el inevitable desenlace explosivo. La explosión fue, sin dudas, una bestialidad.
Este era el prototipo que debía (este lunes que no será) despegar y hacer un salto de 150 metros, misión que quedará en manos de la SN5 o SN6, dependiendo cual sobreviva. SpaceX ya había perdido dos modelos anteriores durante las pruebas de presión donde se llevó al límite los nuevos tanques.
¿Qué falló? Todavía no se sabe con certeza, puede ser una filtración por vibración, una soldadura que se rompió, la temperatura del combustible que provocó un aumento de presión. Como fuere SpaceX tendrá que revisar los datos de sus sensores en los instantes previos porque para forense mucho de lo físico está repartido por una zona muy amplia.
Esto, aunque no lo crean, es lo que se “esperaba” debido a que SpaceX optó por un desarrollo ágil mucho más rápido con iteraciones y no uno lento al estilo típico de la NASA. Según Elon Musk es la forma que eligieron para llegar más rápido al objetivo pero que, como dijo su CEO Gywenne Shotwell, será con muchos accidentes explosivos.