Los dos equipos que dejarán de existir son la Xbox One X de 2017 y la XBox S All Digital Edition de 2019 lo que es el paso natural antes del lanzamiento de la nueva generación. Tal vez lo curioso es que la XBox One S seguirá en producción (lo hace desde 2016).
Esto no significa que desaparecerán del mercado sino que cesa la producción de nuevos equipos, así que todavía se podrán adquirir y, obviamente, seguirán teniendo soporte y acceso a todo Game Pass, es que ya no tiene sentido producirlas considerando que falta muy poco para el lanzamiento de la nueva generación y las fábricas tienen que apuntar a la nueva.
Hay rumores de una “Xbox Series S” para suplantar luego estas versiones y el segmento medio con menos potencia gráfica (sólo 1080p) pero el foco parece estar en las Series X.
Esta discontinuación es bastante común, pasó con la Wii U, pero en otros productos como la PS3 y la XBox 360 se continuó fabricando antes de la salida de la siguiente generación. La más duradera fue la PS2 con 13 años ininterrumpidos de producción.