Roscosmos venía perdiendo contrato, los Soyuz son muy útiles pero en la relación costo-beneficio el diseño de los años 60 languidece contra los reutilizables de SpaceX, así que luego de varias propuestas diversas llegaron a una simple conclusión: copiar.
Copiar al exitoso, así de simple, para qué innovar? o más bien, si ya innovó otro y la industria va por ahí ¿Por qué no tomar ese camino? Al final de cuentas parece que Dmitry Rogozin, el director de Roscosmos, dio el brazo a torcer y acepta que tienen que cambiar cuanto antes o se quedarán sin clientes.
La opción es una combinación de ideas actuales, la primera es obviamente el mismo perfil de vuelo que el exitoso Falcon 9, además de ello la forma física y diseño MUY parecido (obviamente recién es un dibujo en un papel, falta que evolucione el diseño), pero además otro detalle importante: metano como combustible.
El actual Falcon 9 utiliza RP-1 y Oxígeno líquido, es el nuevo Super Heavy y la Starship los que utilizarán metano como combustible pero esto parece ir más allá de una “moda” y tiene que ver, cada vez más, con la posibilidad de viajes interplantearios y la imposibilidad de generar un combustible basado en petróleo en otro planeta. El Metano, en cambio, se puede producir en Marte y cualquier lugar con algo de dióxido de carbono.
El metano, además, es barato de producir aquí en la Tierra y Rusia si algo le sobre es gas. Mucho gas. Así que sería el combustible más económico para Roscosmos.
El Amur es un lanzador de unos 55 metros de alto y 4.1 de diámetro, con unas 360 toneladas de peso en lanzamiento con una capacidad de 10.2 toneladas en LEO (órbita baja) que es un poco más que el Soyuz 2 que alcanza las 8.5 en esa órbita. En un viaje sin retorno podría llevar 12.5 toneladas a LEO.
Otro detalle del diseño es la reducción de piezas y soldaduras, bajando de 4500 a 2000 en comparación con el mismo Soyuz 2, el diseño de motores será distinto con cinco unidades en vez de 9 del Falcon, serán RD-0169A para Metalox, con un empuje de 100 toneladas, actualmente en desarrollo por la oficina de diseño de Voronezh.
El Amur se piensa para unas 100 misiones por unidad, por lo que los motores deberán soportar ese uso y el motor central unos 300 encendidos ya que se enciende tres veces en cada misión, habrá que ver si pueden lograr semejante eficiencia pero es, al menos, el objetivo a largo plazo. Roscosmos tiene mucho atraso al haber tardado tanto en reaccionar, piensan en un primer lanzamiento en 2026 y, sin dudas, SpaceX les lleva mucha ventaja.
Pero es adaptarse o morir y saben que no hay otras opciones en el corto plazo. O hacen esto y se concentran en el Amur o una infinidad de pequeñas empresas los consumirán y dejarán en el olvido, algo que la industria aeroespacial rusa no se puede permitir (no sin dar batalla, claro).
El truco para convencer a potenciales clientes estará en los USD 22 millones por lanzamientos que estiman, lo que es MUY barato en costos actuales, aunque hay más baratos como el Electron de Rocket Labs (5 millones) pero para cargas mucho menores. En el rango de las 10Tn por lanzamiento no hay nada tan barato y el Falcon 9 supera los 50 millones.
Para 2026, sin embargo, ya debería estar funcionando la Starship junto al Super Heavy de SpaceX y el New Glenn de Blue Origin, así que no es que no tendrán competencia.