Oppo debe ser de los únicos que todavía trata de innovar con las cámaras y pantallas en telefonía y su nueva estabilización de 5 ejes es un ejemplo de ello.
Con un zoom óptico contínuo de 85-200mm no es comparable con nada de lo que hay, sin saltos, sin recortes, ya habíamos visto otros pero en un rango mucho menor. Aquí tenemos todo el camino entre 85 y 200mm. Oppo utiliza una combinación de lentes de plástico y vidrio y resuelve el clásico problema de múltiples sensores para distintas distancias focales.
El OIS es todo un diseño digno de una cámara en un gimbal pero en apenas pocos milímetros de sensor y durante el “Future Imaging Technology Launch Event” presentó estos geniales avances que además incluyen una cámara para debajo de la pantalla de segunda generación.
La estabilización hay que tenerla en cuenta en el contexto de un teléfono, donde el punto más fuerte a resolver es la vibración de las manos del usuario. Tanto el lente como el lente se mueven en sus propios ejes compensando los movimientos bruscos.
Adicionalmente a todos estos avances otro que me parece muy interesante es el sensor RGBW, un sensor que agrega subpixeles blancos y con esto, según Oppo, logra un 60% de mejora en sensibilidad de luz, menos efecto moiré, menos ruido, además del algoritmo de pixel binning ya incorporado en el sensor.
En 2015 Oppo había intentado lo mismo pero sin éxito porque había demasiado crosstalk entre los subpixeles, ahora dicen haber solucionado esto con una nueva técnica llamda “Deep Trench Isolation” que separa mejor cada subpixel sin contaminar los colores. En teoría veremos un teléfono con este sensor para fines de año.