Nvidia daba una de las grandes nociticias el año pasado al anunciar que adquiriría ARM. En términos económicos, SoftBank, el grupo inversor que posee ARM, le vendía esa firma a Nvidia por USD 40.000 millones.
Pasando a otras cuestiones más técnicas y competitivas, estaba la inquietud sobre qué pasaría si algo así se concretara. Es decir, algunos podrían pensar que su nueva dueña tomaría posición dominante y se aprovecharía de la situación y de la competencia. Jensen Huang, CEO de Nvidia, se atrevió a “afirmar inequívocamente que Nvidia mantendrá el modelo de licencia abierta de ARM. No tenemos la intención de ‘estrangular’ o ‘negar’ el suministro de ARM a ningún cliente”.
Recordemos que ARM es quien diseña la arquitectura de los procesadores destinados a todos los dispositivos móviles. Cuenta con clientes de la talla de Samsung, Qualcomm y MediaTek; entre muchas otras.
No tan rápido Nvidia
Aproximadamente diez meses atrás Google, Microsoft y Qualcomm se pronunciaron en contra de esta adquisición. Estas empresas manifestaron su preocupación ante diversos entes reguladores, entre ellos la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos (Federal Trade Commission, FTC).
Tomando eso como un antecedente, ahora la mismísima FTC presenta una demanda para impedir la negociación. Holly Vedova, directora de la Oficina de Competencia de la FTC, expresó lo siguiente al respecto:
La FTC está demandando para bloquear la fusión de chips semiconductores más grande de la historia para evitar que un conglomerado de chips reprima la línea de innovación para las tecnologías de próxima generación.
Las tecnologías del mañana dependen de la preservación de los mercados de chips de vanguardia y competitivos de hoy. Este acuerdo propuesto distorsionaría los incentivos de ARM en los mercados de chips y permitiría a la empresa combinada socavar injustamente a los rivales de Nvidia. La demanda de la FTC debería enviar una fuerte señal de que actuaremos de manera agresiva para proteger nuestros mercados de infraestructura crítica de fusiones verticales ilegales que tienen efectos dañinos y de largo alcance en las innovaciones futuras.
La FTC toma partida
En la demana también se comenta que Nvidia ya desarrolla sus chips de por sí. Es más conocida por los desarrollos logrados en las unidades de procesamiento gráfico (GPU, por sus siglas en inglés). Tanto esta empresa como otras competidoras confían en ARM.
Los licenciatarios de ARM comparten su información competitiva sensible con dicha marca porque ARM es un socio neutral, no un fabricante de chips rival. Peeero, si se pone bajo el paraguas de Nvidia la cosa podría cambiar, según lo percibe la FTC.
Es más, puede que se perjudique a la innovación de la competencia ya que eliminaría las innovaciones que ARM habría perseguido con otras organizaciones y que generen un conflicto de intereses con Nvidia.
Según la denuncia, la adquisición dañará la competencia en tres mercados mundiales en los que Nvidia compite utilizando productos basados en ARM:
- Sistemas avanzados de asistencia al conductor de alto nivel para turismos.
- DPU SmartNIC, que son productos de red avanzados que se utilizan para aumentar la seguridad y la eficiencia de los servidores del centro de datos.
- CPUs basadas en ARM para proveedores de servicios de cloud computing.
A la espera y expectativa
La decisión de presentar la denuncia se realizó mediante votación en la FTC, con un 4-0 favorable para emitirla. Como consecuencia de ello, el juicio administrativo está programado para comenzar el 9 de agosto de 2022.
En conclusión, la adquisición corre riesgo de producirse. O como mínimo, se encontró con trabas que le ocasionarán una espera indeterminada en detrimento de un futuro incierto, inquietante y expectante.
Fuente: Federal Trade Commission (FTC) | (vía The Verge)
A preparar el pochoclo.