La multinacional Philips pasa por momentos complicados. En su tercer trimestre de este año registró pérdidas por 1.300 millones de euros.
Como consecuencia de ello, la empresa ha anunciado que despedirá a 4.000 trabajadores. Ello equivale al 5% de su plantilla laboral a nivel global. Quedarán sin cubrir jubilaciones y se dejarán de renovar contratos temporales. La compañía inició conversaciones con los interlocutores sociales para dar comienzo a estos despidos.
Con esta decisión, la organización espera lograr ahorrarse 300 millones de euros anuales. Roy Jakobs, director general de la firma, comentó lo siguiente al respecto:
Estas acciones iniciales son necesarias para comenzar a dar un giro a la empresa a fin de materializar el potencial de crecimiento rentable de Philips y crear valor para todas nuestras partes interesadas.
Philips y sus problemas
Tiempo atrás Philips vendió una máquina para la apnea del sueño. Sin embargo, se descubrió que la espuma amortiguadora de sonido de los dispositivos podía degradarse si entraba en contacto con ciertas sustancias. El temor por riesgos cancerígenos apareció de repente. Luego Philips aclaró que el panorama era menos peligroso de lo pensado en realidad.
De todas formas, las críticas estuvieron y están. Se produjo un lento proceso de retirada de este producto. También hubo una falta de comunicación con los clientes. La firma aseguró que asumirá un gasto adicional de 1.300 millones de euros. Esto sería como compensación por los problemas causados con su máquina de apnea del sueño.
Es más, Philips dijo que sus últimas pérdidas comerciales fueron por la “falta de buena fe” de la filial fabricante. En cuanto al futuro, desde la organización aguardan “desafíos operativos y de suministro prolongados, un deterioro del entorno macroeconómico e incertidumbre continuada en relación a las medidas contra el COVID-19 en China, que se verán compensadas parcialmente por las acciones de productividad y precios de Philips”.
Fuentes: iProfesional – El Confidencial