Imaginen llegar a Navidad y que, por no pagar una licencia, tu producto quede afuera del mercado. Esto le está por pasar al Apple Watch por haber perdido, Apple, una demanda por patentes.
A principios de años un fallo de la International Trade Commission (ITC) de EEUU confirmó un reclamo de Masimo, una empresa de medicina que reclamó que estaba violando dos patentes específicas con dispositivos que miden presión y oxigenación sanguínea.
Masimo es fabricante no sólo de chips sino de un smartwach para este tipo de casos, aprobado por la FDA y todo, y le ofreció a Apple licenciar su chip o ayudarlos, licencia mediante, a crear el propio y ser aprobados por la FDA. Apple se negó.
La ITC decidió imponer un bloqueo a la venta de los Apple Watch Series 9 y Ultra 2 a partir del 26 de Diciembre, la única forma que puedo encontrar Apple para evitar multa y un problema mucho mayor es la decisión de sacar de las tiendas, a partir del 21, el producto y que a partir del 24 no exista más en las Apple Store.
Masimo y las patentes
Los medidores de oxígeno en sangre de Apple violan la patente de Masimo, pero este no es un caso de un “patent troll”, es una empresa que realmente tiene productos en mercado, exiten, los fabrican ellos y los han certificado ofreciendo calidad en el resultado. Por darles un ejemplo, los Apple Watch no están certificados por la FDA.
En 2020 presentaron su demanda por violar al menos diez patentes y robar secretos comerciales, como el caso se puso lento presentaron en 2021 otra petición al ITC para, al menos, obligar a Apple a negociar por copiar el “Masimo W1“, el smartwatch de Masimo que tiene, casualmente, la misma tecnología desde antes que Apple.
Pero ¿Desde cuando viene esto? Apple viene “robándole” ingenieros desde hace diez años, una práctica común entre empresas de tecnología y bastante turbia porque es prácticamente imposible que un ingeniero no pase de una a otra con todo el conocimiento generado y, en 2013, intentaron comprar la compañía. Algo que suena al típico “te compro pero no te compro” que han usado muchas para conocer bien el negocio en que se encuentran, robar conocimiento, conocer a los ingenieros que hay que contratar (20 le “robaron”) y destruirlo con un producto competidor sin nunca haber concretado la compra. Lo que no tenían en cuenta eran las patentes.
Para colmo, en octubre el ITC ordenó un ban de importaciones de Apple Watch y una orden para dejar de vender los existentes con un período de 60 días para apelar a un veto del presidente (sí, esto escala hasta Biden)
¿Qué pasa ahora?
Biden, al parecer, no ha vetado nada y es la mayor apuesta de Apple, pero es muy raro que un presidente vete una decisión de este tipo (no se involucran tanto) ya que no hay un interés público en particular (sólo afecta a Apple). Si el Apple Watch fuese un producto aprobado por la FDA y se usara para análisis clínicos, el interés público sería bastante obvio. Apple eligió ir por el camino de producto de consumo… no funciona igual.
Al parecer Apple al mismo tiempo está acelerando un update para el sistema operativo del Apple Watch para eliminar la funcionalidad, aunque sea por un tiempo, y que el Apple Watch retorne a las tiendas.
El CEO Joe Kiani de Masimo dice haberle ofrecido a Apple trabajar en conjunto pero no haber recibido respuesta alguna.
El negocio que se “pierde” Apple si no licencia el chip o la tecnología es de 17.000 millones de USD, algo enorme para cualquier otra compañía, también son los únicos que podrían “resistir” sin ese negocio, pero ¿Lo dejaría ir? No lo creo.
Lo que sí sabemos es que Apple no es de dar el brazo a torcer, tienen cash para escalar cualquier situación.