Esta es una de esas noticias que no debería sorprendernos; sin embargo, que se haya hecho el estudio correspondiente lo único que hace es afirmar nuestras suposiciones previas.
Desde siempre Apple apuntó a un mercado con poder adquisitivo alto (que lo valga o no es un tema de discusión inacabable aparte) con sus productos, y cuando llegó el iPhone la situación no cambió. Si bien el celular comenzó a venderse en una operadora a un precio bajo (200U$S), la obligación de mantener un contrato durante dos años elevaba notoriamente el costo del mismo.
Y todo esto se ve cuando se analiza cuántos dispositivos vendió cada fabricante de celulares, y cuántas ganancias obtuvieron a partir de esas ventas. En el primer semestre de 2010, Apple vendió 17 millones de iPhones; en cambio, Nokia, Samsung y LG combinadas vendieron 400 millones, una cifra 23.5 veces mayor. Pero cuando hablamos de plata, Apple se llevó el 39% de las ganancias de la industria, mientras que las otras tres juntaron un 32%.
Esta diferencia obedece a varios factores. Apple saca grandes márgenes de ganancia (se estima que más del 30%) mientras que sus competidores apenas logran un 10%. Esto se debe también a que a Nokia, LG y Samsung sí les interesa competir por precios bajos y ofrecer celulares más baratos (lo cual sacrifica potenciales ganancias más grandes a cambio de una mayor cantidad de unidades vendidas), mientras que a Apple simplemente no.
Vía Electronista.