Intel Sandy Bridge

Llega el año nuevo y recién ahora el NDA se vence como para poder contarles sobre la charla que tuvimos junto a Mahmoud Khorashadi, evangelizador de desempeño para el grupo de anáisis competitivo y benchmarking de Intel. Si , todo ese título tiene.

A principios de diciembre tuvimos la genial oportunidad de conocer de primera mano los nuevos procesadores y plataformas de Intel. El Sandy Bridge, su nombre “clave”, no es sólo una actualización, es la siguiente generación de los ya famosos Intel Core2 y un avance importante para la firma porque, al fin y al cabo, lograron incluír el GPU dentro del mismo silicio que el CPU logrando competir directamente con AMD en este importante segmento.

Así es, luego de unos años todo se separa, luego todo se junta, ahora estamos en la etapa de super-computación donde los APU cobran vida fusionando CPUs con GPUs y Sandy Bridge también lo hace.

Entre los detalles importantes está el tamaño de silicio utilizado, 216mm² contra los 296mm² de un Lynnfield de 4 núcleos a 45nm, o 263mm² del Nehalem y cada core es apenas 2mm² más grande que el de un Core 2 Quad 9000. Con 995M de transistores y proceso de fabricación de 32nm Hi-K Metal Gate de segunda generación (el Gulftown ya lo usaba).

La performance de este diseño, según Intel y los primeros benchmarks que se ven, es de entre un 10% y un 50% más que un procesador del mismo precio del 2010. El clock del GPU es mucho más rápido por estar integrado al resto del CPU, con una base de 650Mhz y máxima de 1.3Ghz.

El QuickSync del GPU realmente cumple con su cometido, estuvimos probándolo y codificar video utilizando el GPU es simplemente genial, la performance de esta función cumple lo que el nombre dice, es realmente “quick”, obviamente se necesita una aplicación preparada para sacarle provecho pero de eso se estuvo encargando Intel desde hace un año más o menos liberando especificaciones para que los programadores puedan aprovechar las extensiones del GPU.

No es un GPU a la altura de un AMD o un NVidia, vale aclararlo, es un 50 a 100% más rápido que el viejo Intel integrado pero eso no significa que sea una bestia para los juegos. Lo que si pudimos comprobar es la diferencia con la anterior generación, el doble o más, y esa es su ventaja, brindar GPU competitivo para notebooks sin utilizar un chip discreto y con sólo el CPU poder cubrir esas necesidades. Gamers exigentes, seguirán con los otros dos GPUs de siempre, los que quieran mucha batería, esta es una opción.

Pero lo importante no es el GPU solamente si no que este procesador fue pensado para performance, es la evolución del Core y no tanto competir en el área de video. Cuenta con nuevas extensiones AVX para cálculos de 256 bits en punto flotante.

verlo a Khorashadi a puro gaming, priceless

El procesador cuenta también con el conocido Turbo Boost pero algo mejorado, para el que no lo sabe el TB automáticamente regula el clock de cada núcleo, siempre por debajo del TDP para no quemarse, si un aplicación usa un sólo core de los cuatro tan sólo overclockea éste y lo puede llevar ahasta 3.7-3.9Ghz durante un período corto hasta calentar lo suficiente. Al estar el resto frío no se quema y esto se hace todo automáticamente, no hace falta overclockear… salvo que seas un fanático 😀 ahí se lo puede llevar hasta los 4.4Ghz con ventilación por aire y se habla de un máximo teórico de 5.6Ghz… increíble.

Habrá versiones con TDP de 65, 45 y 35 Watts obviamente pensados tanto para notebooks como para servidores, las versiones para XEON además trabajarán en dos sockets, 4 cores por procesador, 8 en total, 16 threads.

Hacer un update no será posible, utiliza un LGA-1155 para conectar y el chipset debe ser de los de serie 6, incluye dos Serial ATA de 6Gbps, pero no hay USB 3.0 a la vista todavía (falta un año parece). 8Mb de caché L3,

El lanzamiento es MASIVO y digo esto porque se suman 29 procesadores nuevos! una bestialidad! siendo el más potente el procesador para escritorio Intel Core i7-2600K a unos increíbles 3.8GHz con un TDP de 95W y un precio de u$s 317, para notebooks el Extreme Edition i7-2920XM a 2.5Ghz y un máximo de 3.5Ghz con Turbo Boost, TDP de 55W y precio de u$s1096.

También estarán presentes las versiones de bajo voltaje, i7-2649M a 2.3GHz con un TDP de 25W o un i7-2657M a 1.6GHz con TDP de tan sólo 17W, estos me encantan en lo particular porque cualquier notebook o subnotebook con estos procesadores duran muchísimo y calientan poco. Es raro encontrarlos en notebooks por latinoamérica.

El chipset P67/H67 es similar a los anteriores en sus diferencias, además del S-ATA a 6Gbps soportan 2×8 CrossFire y SLI o un sólo x16 en el H67. Para overclockers sólo el P67 se los permitirá, chequeen esto antes de comprar motheboards.

Los 6Gbps logran impedir la saturación del canal SATA con unidades SSD que poco a poco son más comunes, además incluye mayor soporte para UEFI a medida de que los fabricantes abandonan el viejo y tradicional BIOS y esto habilita el uso de discos de 3TB.

Durante el resto del año se esperan nuevas apariciones como el chipset Z68 mejor preparado para múltiples GPUs y el conector LGA-2011 para el Sandy Bridge-E que verá la luz a fines de año, para workstations potentes y entre 4 y 6 núcleos, sin GPU integrado y hasta un TDP de 130W.

En fin, todavía queda mucho por verse, lo que sí es que sobra procesador y falta sacarle provecho.