Leyendo las novedades del XPeria 10 que ahora acutalizaron a Android 2.3.3 me quedé pensando en este dilema de los updates en los teléfonos.
Hace unos meses, al igual que otros fabricantes, Sony Ericsson había anunciado que congelaba los updates lo que provocó una ola de malestar en sus (pocos) clientes. Se habían quedado en el 2.1
En latinoamérica sucedió lo mismo con Motorola y su amplia oferta de teléfonos con Android, todavía se venden modelos con Android 1.5, si, algo tan viejo que ni se compara con la experiencia actual de usar ese sistema operativo.
El costo de actualizar no un firmware si no uno por cada operadora por cada país es enorme y si se tienen 10 modelos es imposible contenerlo. ¿pero por qué se llega a esta necesidad? ¿es realmente necesario hacerlo?
Hay dificultades técnicas y en el 100% de los casos son añadidas por las operadoras, sea Movistar, Personal, Claro, Telmex, Telecom o la que fuera, en los países donde todavía se le permite a las operadoras bloquear teléfonos y que, además, la cantidad de clientes es muy pequeña, Android se fragmenta no por culpa del sistema operativo si no por los intermediarios.
Haciendo una cuenta pequeña y fácil, si para 5 países, con 3 operadores por país y 10 modelos, un update de versión serían 150 firmwares diferentes, todos muy parecidos entre sí, pero unos con una opción más , otros una opción menos.
Ahora bien ¿le conviene esto a los fabricantes? el desconento puede ser MUY alto y el argumento defensivo de “no le da el poder al teléfono” es en la mayoría de los casos falso, lo que le juega en contra al fabricante, no al operador.
Lamentablemente todavía estamos muy atados a lo que los operadores dicen, miren el precio de cualquier teléfono liberado y se notará por qué pueden ejercer presión. Si a un teléfono de 600usd lo venden a 300usd, esos 300usd “bonificados” les da derecho a hacer lobby y ejercer presión sobre los fabricantes: y lo hacen.
Lo peor del caso es que salvo HTC (que prácticamente no se vende en latinoamérica) los fabricantes aceptan estas condiciones con tal de vender.
Actualmente uso un teléfono con Android 2.2, ni siquiera me imagino un update a 2.3, no lo considero ya, es 2.2 y así será. El actualizar teléfonos es algo que todavía no funciona en la mente de los operadores, pero del lado de Google, desarrollador de Android, ya es hora de que haga algo para facilitar la separación entre el sistema operativo y los detalles personales de cada operador telefónico, así el núcleo del sistema se pueda actualizar conservando lo que cada cliente solicitó al importar teléfonos o fabricarlos.
¿será posible?