Sabemos que RIM está viviendo una época turbulenta y la Playbook, pensada como una revolución, no parece estar surtiendo el efecto esperado, sufriendo ya importantes bajas de precio (de 499U$S a 219U$S, de 599U$S a 249U$S, y de 699U$S a 321U$S, respectivamente para 16GB, 32GB, y 64GB) para lograr que sea adoptada.
Una de las ventajas con las cuales se comercializaba el sistema operativo QNX, que utiliza la tablet, era la posibilidad de emular aplicaciones Android, funcionalidad posible desde la versión 2.0. De esta forma, RIM se aseguraba poder tener una buena cantidad de aplicaciones disponibles para los usuarios, que suele ser en algunos casos el factor de éxito de una plataforma dada. Hasta ahora.
Preocupado por la piratería que Android apareja, RIM decidió remover la posibilidad de que los usuarios carguen aplicaciones por su parte en una actualización futura, como también existe en Android: ahora, todo deberá pasar por el App World, tal como ocurre en iOS con el AppStore y Windows Phone con su Marketplace. Esto estaría en línea con algunos desarrolladores como iD software (creadores del Doom), que se niegan a publicar aplicaciones en Google Play, o Rovio, que ofrece sus productos de forma gratuita. El vicepresidente de Relaciones con Desarrolladores, Alec Saunders, aclaró que existirá la posibilidad para quienes creen software para Android, de poder portear sus aplicaciones y publicarlas en el App World.
Habrá que ver cómo se desenvuelve esto, cuánto afecta efectivamente al desarrollo en general para Playbook, y cuántos clientes se verán molestos por la resolución del problema. Esto me trae de recuerdo la situación que Sony vivió con la PS3, que originalmente ofrecía la posibilidad de instalarle Linux, funcionalidad que debieron remover también por el mismo problema, la piratería; a los consumidores no les gustó para nada la solución, lo cual motivó finalmente que los hackers tomaran a la consola de punto y lograran hackearla. Además de este golpe, Sony debió sufrir varias demandas por remover funcionaldades de un producto sobre el cual no deberían ya tener “propiedad”, ya que es de quien lo compró.
Vía Pocketables y DailyTech.
Es un ejemplo más de desesperación y la falta de rumbo. Si hubiese sido así desde el principio, no habría tanto problema. Pero ahora, restrigir algo que ya había sido permitido… están alienando usuarios, cuando no les sobran. :chock: