Todavía lejos de ser algo aplicable en el mundo real pero brindando por primera vez una verdadera experiencia 3D inmersiva, es decir, donde uno realmente está en la escena y no sólo “ve” el 3D que lo rodea.
Utilizando tres sensores Kinect de los comunes (todavía no el HD) pueden capturar al usuario en 3D y luego proyectarlo en la simulación que es transmitida al visor Oculus Rift. La combinación es genial, no porque se vea bonito, sino por las posibilidades de desarrollo futuro.
El modelo 3D de la persona es imperfecto todavía, tiene muchos glitches en la imagen pero al tener una latencia muy baja, gracias a los kinect, y la nueva versión del Rift la representación es genial. El hecho de que tu cerebro detecte automáticamente brazos y piernas es la clave.
Además la imagen capturada es la del cuerpo completo, ni me quiero imaginar un dual player, pero salgamos de la visión gamer, este tipo de prototipos tienen una enorme cantidad de aplicaciones industriales, militares y civiles, entrenamiento, simulaciones, etc.
El hardware necesario para esta primera demo es relativamente económico, Intel Core i7 3.5GHz , 8GB de RAM, y una Nvidia Geforce GTX 770, nada que no puedas tener en tu casa.
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Ya me imagino reuniones de trabajo y clases virtuales. Esperemos que llegue rápido.